domingo, 26 de octubre de 2008

Nunca Jamás

World Press Photo 2008
Habitantes de la Nebulosa de Nunca Jamás, de ustedes nada queda. Su inocencia ha sido perturbada y olvidada en la parte trasera, donde a menudo suele lastimar. El recuerdo del momento suplica poder olvidar. La infancia como el momento en donde somos más fuertes, sangramos poco y cicatrizamos rápido. Pero este no será el caso.
Son sin duda muchos los que ven y pocos los que tocan. Muchos los que juzgan y pocos los que ayudan. Con angustia suelen ver esas heridas aún sin sanar, esas heridas que postergan el encuentro próximo al desprecio. Son sus ojos los que inciden la memoria incierta y el futuro destinado a la destrucción. Las miradas que fijamente señalan a este ser penetrado sin su consentimiento.
Es en carne propia, un antihéroe en un pasado griego donde hombres y mujeres por igual aman la belleza pura del ser humano, la inteligencia propia del mismo y todo lo que esto conlleva. Lleno de verdades y a la vez de falsedades, mi padre ha corrompido la necesidad básica del hombre: la reproducción convertida en deseo y pecado a los ojos del superior, quien por un instante parece no existir.
No puedo pedir lo que me ha sido arrebatado si él alberga la mínima parte de sentimiento jamás escuchada, mi grito desesperado. Carente de valor preferí callar, dormir con mis penas vacías de glorias y despertar con la ilusión de poder olvidar.
No he podido hacerlo. Mis mañanas son frías. Amanezco encogido de piernas y brazos a la espera de ser removido por el hambre, incluso de su grito autoritario a la orden de asistir a la escuela; la vida sigue, suele decir.
En ningún momento se detuvo. La vida seguía, tal y como lo había dicho. Y yo sin poder emanar una lágrima, signo de dolor y tristeza. Una y otra vez. Sólo era cuestión de bajar su bragueta. Era precavido, fuese a llegar mi madre.
Preparé mi diálogo y argumentos con el deseo de ser escuchado plenamente. Pero ya era piedra, era un ser carente de sentimientos, frío y retraído. Mi madre no me creyó, me contestó con una bofetada y siendo tachado de mentiroso fui corrido de mi casa. Fue entonces que lloré por fin mi pena.

miércoles, 20 de agosto de 2008

Intrucciones para Romper Corazones

Inspirado en el cuento "Instrucciones para Subir una Escalera"
de Julio Cortázar.

Es difícil percatarte el momento en que llega. Arriba sin previo aviso atándote de manos y pies. Te abandona a la deriva frente a ella con todo y tus demás sentimientos a flor de piel. Te recorre de pies a cabeza dejándote una sensación de escalofrío casi similar a la del miedo. Este excluyente sentimiento culmina su recorrido en tu pequeño y hambriento estómago, el cual se alimenta de pequeñas y traviesas mariposas que con sus singulares alas te provocan sensaciones de acidez. Siempre suele ser contraproducente no haber leído primero el instructivo o no haber tenido una experiencia previa. El sonrojo, la temblorina y el tartamudeo en el primer encuentro son normales y dignos de cualquier hombre no instruido en las minuciosas y especifícas clases de actuación, las cuales solo son impartidas inmoralmente a las personas del sexo opuesto; estas saben como esconder cualquiera de estos involuntarios comportamientos. El lugar en turno lo toma la más bella o la más inteligente. Si la seductora se caracteriza por ambas cualidades y es capaz de provocar lo antes mencionado es seguro que se apodere de usted.
Los corazones se rompen de tajo, se percatará fácil de ello. A pesar de que ellas cuentan desde el nacimiento con un sexto sentido de intuición, usted debe notarse natural, seguro de su decisión, porque debería saber que una vez roto un corazón es imposible que este vuelva a pertenecerle. Su postura debe ser de todo un rompe corazones sin importar que sea su primera vez, siempre mirando fijamente a los ojos y si estos derrochan, por parte de ella algún tipo de fluido parecido a la lluvia perteneciente al verano usted por ningún motivo tenga contacto directo, mucho menos abra sus brazos en calidad de lástima, muéstrese tal y como suele ser el invierno y olvide cada momento memorable pasado junto a ella. Una vez realizada esta postura y sea cual sea el verdadero motivo, usted tendrá que recurrir estrictamente a la mentira; dejando en claro que no es ella si no usted el del problema. Llámela por su nombre, deje a un lado el seudónimo cariñoso que algún día le adjudico, se dará cuenta por si sola que ya no está interesado más en ella. Pídale que busque a otro, porque seguramente tiene gente dispuesta a sentir lo que en un principio usted sintió. Y una vez hecho tan bárbaro e inmoral acto, signo de machismo, vivirá una etapa en que ella lo buscará desesperadamente, deberá actuar cordial y libre de pecado. (Esta etapa suele ser en algunos casos un poco difícil, va a depender del grado de locura y obsesión que tenga ella hacia la persona que le rompió el corazón. Si recibe amenazas referentes a que si usted no regresa a su lado ella optará por el suicidio, guarde la calma y no entre en pánico, ella por ningún motivo se quitará la vida. Usted no es tan valioso.)
Al haber cesado las llamadas y al haberse producido el encuentro cara a cara, donde no hubo palabra ni mirada alguna, habrá de darse cuenta que esa persona que algún día significo algo, ahora tiene el corazón roto. Llegado de esta forma a la última parte del instructivo le advierto que el haber leído esto no lo hace inmune a un quebrantamiento inolvidable de corazón.

martes, 8 de julio de 2008

Tomorrow Never Knows.

Un llamado a lo perdido y próximamente recordado, necesitas sentir aquel vacío para saber que por fin has olvidado y es que del pasado y del futuro nadie puede vivir. Crear un presente, un ahora, mantenerte dentro de él, cuesta demasiado trabajo. Estoy cansado de andar dentro de una corta y delgada línea, ese presente que en menos de un segundo ya es pasado y en uno ya es futuro. Este es el principio del por siempre y del nunca.

Vago en mis memorias constantemente, me hice a la idea de no viajar a un futuro, a ese lugar que por si solo no llega, suele ser no menos que un sueño, una utopía sin pasado. Una vez que logras tu futuro, necesitas recordar como llegaste, claro si no has olvidado. Y es de ahí que el ser humano aprecia tanto una foto, aquel pedazo de papel que mantiene viva algún tipo de esencia creada en un momento especial dentro de él. Prefiero las cosas que se quedan dentro de mí, prefiero los recuerdos, detesto las fotos. De recuerdos suelo vivir.

El presente es mi pasado, el ahora es mi futuro. Deseo avanzar, no quedarme estancado dentro de un tiempo, ir y venir. Solo un paso separa al olvido de la destrucción, Necesito olvidar para poder avanzar o, ¿es acaso que necesito destruir todo aquello que me hizo feliz?
Si la destrucción es la salvación, es seguro que he cometido un error, si cometí un error, enseñame a aprender de él.

Del pasado me forjo, el mañana anhelo. Si logro aprender es seguro que avance, plantarme dentro de esa delgada linea y dar un paso al frente. Avanzar para ser algo mas, eso es un deseo, ese es mi mañana. Un paso al futuro, ya casi olvidado

Reflexión de lo antes mencionado. Tres personas en tres diferentes tiempos, yo en tu ayer, yo en mi hoy y yo en un posible futuro. Unificación del ser humano, esa es la salvación. Reducción de posibilidades con la experiencia adquirida, con el saber que nos ha dejado el error. No hay error sin perfección.

miércoles, 30 de abril de 2008

tal vez de alguien, tal vez de mí.

El hombre como el ser superior ante los animales, el hombre, el que crea, el que destruye, el que ama y el que odia. El único animal en cometer dos veces el mismo error, y no se si llamar a esto un error.

Al final son mis raíces, me formo en una generación que es invadida por el Internet, pero bien podría ser un vil pretexto. La sobra de tiempo se hace presente y una vez mas estoy aquí escribiendo, que bien podría ponerme a leer el libro que no he acabado. Pero prefiero escribir y volver a cometer el error de sentarme por horas frente a la computadora.
En estos días de lluvia y con tanto que hacer, desde sentarte frente a la ventana a oír un ciento de discos que hay arrumbados en un closet, pasando por tratar de mejorar en el rasgueo de cuerdas, ver una buena película sentado en la comodidad de tu sofá, hasta porque no, salir y mojarte mientras llegas a tu destino que bien podría ser el cine, la casa de tu novia o mi propia casa.

Pero he me aquí, una vez mas pasando las vacaciones escribiendo de algo, tal vez de alguien, tal vez de mí.


miércoles, 16 de enero de 2008







Simplemente nunca podrás tener las dos cosas al mismo tiempo, nunca podrás tener la luna sin que el sol se oculte.

La tarde caía, cuando la noche dejaba ver su oscuridad, nunca ésta te intimido, nunca te dejo ver de lo que era capaz. Nunca el sol te dejó delirando, nunca habías extrañado su partida. Con frío y nada más que tu almohada te dispusiste a dormir, dormir con la sensación de saber que mañana, al despertar, seguirás sintiéndote solo sin importar que el sol no tarde en salir.Esa noche dormiste pensando en cada rayo de vida dado por la estrella hacia todo aquello que lo necesita y en el mañana que no sería para ti. Pensaste en no necesitar tiempo y no sentir frío.
Esa noche simplemente no pudiste descansar.

Como necesidad de un ser con vida requieres del sol para construirte, te viste despertar, sabiendo que era un nuevo día, dejando un sueño no consumado en la cama, un frío convertido en calor en las sabanas, una lágrima en la almohada. ¿Era acaso una alta montaña lo que no te dejaba ver la luz o era simplemente que el sol ya no quería voltear a verte? La oscuridad acompañada de soledad te tendió la mano, la aceptaste y mas tarde estabas de nuevo pidiendo que ese calor confortante te abrazara. Diste por terminado cualquier tipo de relación con esa estrella; te diste cuenta que, a pesar de estar perdida, podría ésta voltear a verte.Recordando cada sensación y cada rayo de luz convertido en momento, regresaste al día en que el sol brillo por última vez, esa noche soñaste con cada ilusión de vida dada por esa estrella, esa noche quisiste dejar de pensar y supiste que el día de mañana no sería para ti. Decidiste taparte. Esa noche fue la más larga de tu vida...


...Y el peor día de tu vida estaba ahí. Tu le sonreías; por cada abrazo una lágrima, lágrima que se convirtió en llanto cuando te diste cuenta que volviste a donde todo empezó. No te importo esperar el ocaso porque antes de partir te miró, sintiendo de nuevo, regresaste al principio de la nada, te diste cuenta que era el fin del mundo y que todo lo que tocabas con tu innecesaria oscuridad dejaría de bañarse con la luz de esa estrella. Esa noche no despertaste.

Esa noche fue la última de aquel recuerdo de vida.